YO SOY BAJISTA.
-Yo soy bajista- respondo con orgullo cuando me preguntan si toco algún instrumento. La mueca que veo en las personas que hacen esta pregunta consecuencia de mi respuesta no es muy diferente a la que habrá puesto el lector. Ya acostumbrado a la próxima pregunta, me suelo anticipar.
-Toco el bajo-prosigo. Las caras de asombro iniciales se suelen relajar ante esta explicación, aunque nunca acabaré de descubrir si es por comprensión o simplemente por la falta de interés. Sólo algunos interesados en el tema, ociosos de aprender, y otros pocos deseosos de proseguir con la conversación por pereza a buscar un nuevo tema en torno al cual intercambiar unas palabras, continúan con el interrogatorio.
-¿Qué es eso ?-me preguntan.
–Un instrumento eléctrico de cuatro cuerdas que se utiliza en el rock-respondo un poco enojado, oliéndome la próxima frase de mi interlocutor.
-¡¡¡Ahh!!! Como una guitarra- me responden. Y es en ese momento cuando me rindo ante la ignorancia.
-Sí, más o menos-respondo. Aquí suele terminar la conversación. Me retiro.
Los días que tengo esta conversación tardo tiempo en conciliar el sueño, preocupado, preguntándome cómo no pueden conocer el bajo, un instrumento fundamental al a hora de mantener una canción compacta, el cemento sobre el que se edifica la melodía.
Tras varias noches de reflexión entendí el por qué del problema con el que me encontraba en estas conversaciones: el bajo casi no se oye. La gente tiende a fijarse en la melodía, la voz, la guitarra, y es por eso por lo que no conocían el instrumento que yo toco. Y es por eso por lo que cuando piensan en un instrumento de cuerdas y rock lo asociaban directamente con la guitarra. La gente se fija en lo que llama la atención, en la guitarra, e ignoran lo importante que son las cosas que no se ven, pero que están allí, permitiendo que aquellas que llaman la atención existan, como el bajo que permite que la canción se mantenga compacta llevando el ritmo y el tempo.
Prueba de esta falta de interés por las cosas realmente importantes son las noticias que publican los medios de comunicación, siempre al servicio de las exigencias de la audiencia. Un ejemplo es el de las noticias destacadas por Google de lo que ha pasado hoy en el mundo. La cuarta noticia de esta lista dice lo siguiente:
‘’Cirujanos de Estado Unidos hacen el transplante de cara más completo’’
Este artículo prosigue con una serie de fotos impactantes sobre los resultados de la operación que se pueden ver en el siguiente link.
El hecho de que esta noticia esté en el cuarto puesto de las destacadas sólo puede significar una cosa: vivimos en una sociedad que realiza un culto a la superficialidad, pero no en el sentido físico, que también, sino también en el intelectual, ya que sólo son capaces de fijarse en aquello aparentemente impactante, pero que es en realidad completamente irrelevante.